miércoles, 13 de agosto de 2008

2 + 2 = 4 y solo 4

3 + 3 = 6 y solo 6

respiro aliviada.

No hay nada que me alivie más que saber que algo encaja perfectamente con otro algo más.Decíme cuadrada, repetímelo... pero un círculo que se encaja perfecto en un cuadrado, dejando exactamente cuatro triángulos del mismo tamaño también me emociona.La simetría, lo capicúa (otra vez el bendito capicúa), el click de un cierre que se abrocha perfectamente...Lo único que me incomoda son los ruidos repetitivos, con ritmo estresante, de la noche. La canilla que gotea, la tirita de la cortina que golpea, el ronquido de mi perra en sintonía con el de mi papá. La respiración vecina o el parpadeo constante. A mi las ovejas no me resultan y si empiezo a contar me desvelo por que no puedo parar.La lógica tiene su propio placer, el placer de lo completo, de lo cerrado, por lo menos la lógica a la cual me refiero. Cuando las preguntas no tiene sus respuestas, y la impotencia, la bendita impotencia de no poder hacer nada frente al destino o a los hechos que nosotros queremos esconder detrás de lo llamado Destino. Será que la vida tiene tantas cosas incontrolables que busco mi escapatoria a través de la lógica.

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